En este post hablaremos de los principales motivos por los que niños y también adultos, tienen dificultades para aprender un idioma extranjero. Esta barrera para aprender un idioma no se encuentra en la mayoría de ocasiones en el alumno, si no en el método seguido para aprender. Como ya hemos comentado brevemente en otros blogs, la metodología basada en la repetición no es estimulante ni eficaz. El aprendizaje por repetición, basado en memorizar listas de vocabulario o situaciones gramaticales, impide el aprendizaje natural y profundo de una lengua que no es la materna. El inglés contiene 3 veces más vocablos que el castellano y al igual que este, es flexible y complejo.
Comenzaremos describiendo una situación que siempre me viene a la cabeza y que me ocurre cada vez que abro un libro escolar de algún alumno. En los libros de "Science" por ejemplo, tienen listas interminables de huesos, órganos, tipos de plantas, de aves... lo que los alumnos encuentran aburrido y poco estimulante, a la vez de que probablemente olvidarán lo aprendido poco después de hacer el examen. Pero este no es el único punto al que quiero ir, si no que la explicación del tema está compuesta de tiempos verbales que desconocen totalmente (por ejemplo, ayer vi una oración pasiva en pasado en un libro de 4º de primaria en el que el alumno actualmente está aprendiendo el presente simple y el pasado simple. Así, los niños leen frases que no entienden con vocabulario que no es relevante para aprender el idioma (saberse los huesos de la mano en inglés no significa que sepas inglés si no eres capaz de comunicarte en el idioma, lo que han aprendido es una lista en un idioma que no dominan). Desde aquí solamente podemos mostrar nuestra disconformidad en cuanto al sistema bilingüe y cómo este está planteado, pero sí que podemos luchar por que la educación no formal, en este caso “las academias de inglés” mejoren e innoven con el fin de no repetir los mismos errores que ya se cometen por la mañana en los colegios.
A continuación, vamos a explicar por qué, si el objetivo final es que aprendan unos contenidos en inglés, es mucho más eficaz asimilando el idioma de una forma natural, tal y como se aprende la lengua materna.
Los niños aprenden más y mejor a través de actividades estimulantes. Para que aprendan un idioma, es necesario que los alumnos se involucren y participen activamente en las actividades. Para ello se utiliza la capacidad innata que tenemos los humanos para asimilar e interiorizar idiomas. Así, aprender a base de estructuras cerradas, teoría y listas de vocabulario impide el aprendizaje natural, es decir por observación y asimilación, ya que el objetivo en ese tipo de clases no es la comunicación, si no la mera repetición y memorización de contenidos.
La repetición no estimula el cerebro, repitiendo no se crean mentes brillantes, es necesario experimentar, averiguar, crear... Aprender por repetición no sólo es menos eficiente, si no que previene la creatividad y la fluidez en un idioma, lo que se refleja en la incapacidad de ofrecer “respuestas ingeniosas”, usar la ironía, hacer bromas, argumentar, explicar, discutir, razonar…
El idioma se aprende transmitiendo contenidos; los contenidos deben de tener un significado para el receptor, crear una emoción o revivir una experiencia del alumno. Volviendo a las listas de huesos que los alumnos tienen que memorizar, esos contenidos no son relevantes para el alumno, ya que probablemente no sepa su nombre en la lengua materna ni es parte del vocabulario que usamos día a día. Así, la mejor forma de aprender es asimilar vocabulario, frases sencillas y cotidianas e ir adquiriendo destrezas según se va asentando el contenido más básico. Un ejemplo muy simple es que no es muy importante saber todos los huesos del cuerpo si no se es capaz de explicar qué es un hueso, para qué sirven, qué color y forma tienen...
Las estructuras gramaticales se asimilan, no se memorizan. Los niños aprenden primero palabras y luego las unen, aunque sean incorrectas, pero esas uniones son pequeñas frases que irán mejorando y siendo más elaboradas con el tiempo, tal y como se aprende el primer idioma. Por ello, no es tan importante centrarse en los errores gramaticales cometidos por los alumnos si éstos están siendo interiorizados y usados de una manera natural. Al igual que la lengua materna, estos errores se irán corrigiendo en su mayoría por el propio alumno, es solamente una cuestión de tiempo y práctica.
Finalmente, pero a nuestro parecer muy importante, es diferenciar entre “aprender inglés” y “sacarse un certificado de inglés”. Bien, esto puede parecer una obviedad, ya que se puede pensar que si tengo un título significa que se inglés, lo cual no es cierto. Los títulos oficiales de universidades y asociaciones, simple y llanamente lo que certifican es que se ha llegado a un mínimo (A1, A2, B1, B2, C1 o C2). Al realizar un curso preparatorio para conseguir uno de estos títulos lo que se está haciendo es aprender cómo es el examen y cómo superar las diferentes pruebas, ¡Nada más lejos que saber inglés!
Para aprender inglés en Valladolid, tal y como hacemos en Science&Arts, hay que asimilar e interiorizar el idioma en la medida de lo posible, pero no con el objetivo de sacar un certificado, que por cierto es casi irrelevante fuera de nuestras fronteras. Lo importante es aprender inglés, para posteriormente sacarse un certificado si se desea, pero habiendo adquirido unos conocimientos y unas destrezas que nos permitan comunicarnos en el idioma. Terminamos este blog con una reflexión personal que trata de la obsesión con sacarse certificados.
“Cuando todo el mundo tenga el mismo certificado, entonces empezaremos a valorar a quién sabe inglés.”
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